miércoles, 11 de mayo de 2016

LA ENGAÑOSA RAZÓN DE LA SINRAZÓN








“Tener Uso de Razón”, “Estar en el Poder de la Razón”, “Tener toda la Razón”, etc, etc… todas y muchas más expresiones usadas en el lenguaje cotidiano sobre el Raciocinio de las personas, su poder y su uso, que muchas veces expresamos sin darnos cuenta realmente del significado y repercusión de su importancia.

De siempre se nos ha inculcado, que el Ser Humano, es el único Ser Viviente con “Uso de Razón”, la única especie animal que posee la facultad del Raciocinio.

El significado de todos estos términos, podemos resumirlos como “La facultad que posee el Ser Humano para discernir entre distintas opciones y poder generar, a través de la experiencia y el aprendizaje, una serie de opiniones hasta cierto punto subjetivas”.

Subjetivas, porque aún siendo las mismas experiencias y en las mismas circunstancias, los resultados generados, no son siempre los mismos para distintos sujetos. Estos resultados varían según numerosas y distintas variables, que condicionan las vivencias sufridas.



Como resultado de todo lo anterior, podemos llegar a la conclusión de que realmente nadie tiene la Razón Absoluta, aunque nos cueste reconocerlo.

La cuestión más problemática resulta cuando alguien cree que sí posee el “Gran Poder de la Razón Absoluta” y por lo tanto “Indiscutible”, aunque se enfrente a fundados argumentos que le rebatan esa errónea opinión.

La circunstancia se agrava, cuando la persona errada, llega a un punto en el que interiormente reconoce que los argumentos que se le presentan, efectivamente son realmente acertados y es en ese punto cuando entra en juego otro factor… “El Orgullo”, “El Amor Propio”… y otros tantos términos que pueden definir la “Gran Obstinación” (evitando usar otra expresión más vulgar...), por defender lo indefendible, y sin darse cuenta que quien realmente se engaña, es él mismo.

Existen situaciones, como lamentablemente todos conocemos, en los que esa obstinación, lleva a personas a perder los estribos, las formas, el respeto… Y todo ello, porque ya se llega a una situación en la que nuestra mentalidad, no admite el reconocer la equivocación. Y todo ello desemboca en …

                                                   … LA SINRAZÓN…


La Sinrazón de defender opiniones, argumentos, que conscientemente sabemos que son erróneos, y que acentuamos al realizarlo de forma violenta y agresiva, sin siquiera dar una oportunidad para la escucha de otras opciones u opiniones.





 Generalmente, aunque de forma muy minoritaria, tras un tiempo de reflexión y de calma, las personas que reaccionan de este modo, generan un cierto sentimiento, llamémosle de vergüenza, de humildad, de arrepentimiento… y reconociendo su error, piden disculpas por su actuación, fuera de lugar, siendo por lo general estas disculpas aceptadas. Aunque también es de resaltar lamentablemente, que son muchas las personas quienes no llegan a esta última fase, porque en su escala de valores no aparece el respeto por el prójimo, ni consecuentemente por la libertad de expresión, ni por el DIÁLOGO.

Y lo que es más duro de admitir, numerosas veces, aunque se esté en posesión de la RAZÓN, ésta se puede perder al defenderla con formas que no son las apropiadas.

La Humanidad debe aprender que no por más gritar, ni por amenazar, ni utilizando otros recursos similares, somos propietarios de “LA VERDAD”, de “LA RAZÓN ABSOLUTA”. 

Muy contrariamente, la práctica de estas actitudes, solo provocará el alejamiento de los demás, y consecuentemente el aislamiento, ante semejante hostilidad y antipatía. La imposición de ideas no significa que sean las acertadas, ni el método es el apropiado para socializar y empatizar.

Como conclusión, según lo expuesto anteriormente, hago una propuesta, practicar otra facultad que el ser humano posee, pero que cada vez la tenemos más olvidada…

                        “ESCUCHAR”.

A través de la ESCUCHA, se adquieren conocimientos, experiencias; se generan sentimientos, facilita el diálogo, el respeto hacia los demás, la humildad y ser consciente de una serie de valores propios y ajenos. En resumen, lo que se define como “Vivir en Comunidad”.





P.D.: Ya que el Ser Humano posee toda esta serie de facultades, seamos INTELIGENTES, y utilicémoslas apropiadamente. Y como última petición, recordar que no cuesta tanto pedir “PERDÓN”, ni decir “TE QUIERO”.





























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