Recientemente se han
publicado grandes descubrimientos sobre importantes Mujeres de la Historia
Egipcia: Nefertiti, Hatshepsut, Cleopatra, etc.
Todas ellas Mujeres
que de alguna forma, utilizando su inteligencia, consiguieron alcanzar el poder
y el lugar en el gobierno e un País, una Nación, un Imperio.
Remontándonos a los principios de la Biblia, considerándolo como
documento histórico, es Eva la primera mujer que ya al aparecer como creada a
partir de una costilla de Adán, transmite la consideración de sumisión al
género masculino. Siendo a la vez imagen de manipulación, a través de la de
sobra conocida tentación, para que Adán comiera de la manzana prohibida.
Desde entonces y según toda la documentación obtenida a lo largo de la
Historia, la Mujer ha sido por muchos siglos considerada como un “ser” dedicado
a la reproducción y ejecución de tareas domésticas, incluyendo la satisfacción
del marido y el cuidado de los hijos.
Debido a la influencia de la Religión en las distintas civilizaciones,
la Mujer es fatalmente menospreciada. Independientemente cual sea tanto la
religión como la civilización, la Mujer siempre ha sido postergada para el
servicio del hombre y todo tipo de
ocupaciones vejatorias.
La Mujer no debía alcanzar el “saber”, tenía prohibido el leer, ni el
escribir, ni mucho menos debatir o exponer en público sus ideas u opiniones,
salvo en determinados estamentos de “alta alcurnia”, en los que se designaban
una serie de profesores o institutrices de alta cuna o religiosos, con el fin
de instruir a las mujeres de la nobleza que en un futuro serían desposadas por
“Caballeros” de alto linaje.
El resto de la población femenina, no debía tener el derecho para ello,
incluso la mujer que de alguna forma, pudiera adquirir algún tipo de
conocimiento, debía realizarlo de forma clandestina, ya que podría ser
repudiada e incluso castigada, si se llegara a conocer dicho atrevimiento.
Referente a ello recomiendo el libro “Una mujer en la tormenta” (Judith Merkle
Riley).
Afortunadamente, a lo largo de los siglos, gracias a mujeres luchadoras
y casi consideradas “heroínas” como:
Algunas
sufragistas destacadas como Emma Goldman, Emily Davison Karr, entre otras. En
1904 se fundó en Berlín por Carrie Chapman Catt, Millicent Fawcett y otras
feministas la Alianza Internacional de las Mujeres que reinvindicaba el
Sufragio Femenino.
La Mujer va conquistando terreno en el desarrollo de la Historia. Unas
veces desde el anonimato, otras veces “A cara descubierta”, la Mujer consigue
adquirir mayor relevancia en el desempeño de diferentes funciones en la
sociedad y en las artes, independientemente del papel doméstico asignado desde
la antigüedad.
A partir de la Revolución Industrial y su máximo logro al conseguir el
derecho al voto, la Mujer más lentamente de lo que desearía, va consiguiendo
mostrar su “Huella”, su “Marca”, en la Historia de la evolución de la
Humanidad, en todos los campos. Recordemos a Mujeres como:
Madame Curie,Rosalía de Castro, Coco Chanel, Frida Kahlo, y más y más…
Si recordamos la cita “Detrás de un gran hombre, siempre encontraremos
una gran mujer”, ¿Quién nos puede negar que detrás de grandes genios u hombres
trascendentales en la historia como Chopin, Dalí, Faraday, Kennedy, etc. No ha
existido la influencia de una gran Mujer quien aportaba una serie de
conocimientos para que su compañero tomara una serie de decisiones?...
Y rizando el rizo…
¿Cuántas Mujeres no habrán visto realizados sus sueños, sus obras o
descubrimientos a través de publicaciones a nombre de una persona del género
masculino?.:
J.K.Rowling, escritora de la Saga de Harry Potter, escribe bajo el seudónimo
de Robert Galbraith.
Cecilia Böhl de Faber, escribía bajo el seudónimo de Fernán Caballero.
Las hermanas Bronte, escribían con distintos seudónimos masculinos.
Actualmente, la balanza se va equilibrando, aunque no del todo. La Mujer tiene derecho al voto, y ha ganado otra serie de derechos y valores, pero
desgraciadamente no está todo ganado ni el mundo occidental, ni mucho menos en
los países orientales o menos desarrollados.
Hace un tiempo, una Mujer en un gimnasio me hizo una confesión que me
impresionó, porque era una gran realidad:
“El tiempo que paso aquí es el que dedico únicamente para mí. ¿Igualdad
de la mujer? Ja, ja, ja… menuda mentira… Trabajo por la mañana, recojo a los
niños y me dedico a su cuidado, me hago cargo casa y compra, etc. En resumidas
cuentas, antes trabajaba solo en casa, ahora trabajo en dos sitios”.
Realmente podríamos rebatirle, que siempre nos creamos una serie obligaciones como consecuencia del disfrute de ciertos productos tecnológicos y/o de consumo, que generan una serie de gastos o inversión de una cierta cantidad de tiempo para mantenerlos, pero
también deberíamos considerar que afortunadamente, la mentalidad del género
masculino en la actualidad, colabora más en las tareas domésticas que en
décadas anteriores, salvo excepciones muy definidas por circunstancias sociales
y de educación.
Haciendo referencia a lo anterior, debemos recordar las estadísticas
que de vez en cuando nos recuerdan la situación discriminatoria en el ámbito
laboral de la Mujer en comparación al hombre, donde se comprueba que en similares cargos o categorías, desempeñando el mismo trabajo, el salario de la mujer es inferior.
Resumiendo todo lo anterior, me planteo una serie de cuestiones:
¿Cuál es la razón de toda esta serie de discriminaciones?.
¿Son motivos, religiosos, sociales, culturales, de educación en
general?.
¿Acaso es miedo porque el hombre se considera un ser superior con
respecto a la Mujer y no quiere reconocer que en muchos casos es al contrario?.
Mi personal opinión, es que todo se debe al conjunto de circunstancias
socio-político-religiosas, del entorno a estudiar en un momento determinado.
Todo ello hace que siga preguntándome, cómo después de existir a
lo largo de la Humanidad Mujeres que alcanzaron el poder y gobierno de naciones
o imperios, gracias a su inteligencia, o que actualmente presidan importantes
bancos, o grandes empresas, paralelamente se encuentren casos en que la mujer
sea considerada y tratada, con perdón de la expresión “Como un Felpudo”.
Es increíble que hoy en día, en un país occidental como el nuestro,
regularmente seamos informados de un nuevo delito de malos tratos, incluso de
asesinato y que la justicia sea tan lenta para tomar las medidas oportunas ante
las denuncias interpuestas en comisarías y juzgados.
¿Tanto le cuesta reconocer a ciertos hombres que la Mujer puede vivir
sin su control y que no le debe ningún tipo de sumisión?.
Mientras nuestra sociedad no apoye a las Mujeres que se encuentran en
situaciones denigrantes y peligrosas, que no denuncien y que no hagan que las
mujeres víctimas de estos tratos vejatorios se sientan protegidas, para que
puedan denunciar estas situaciones sangrantes, desgraciadamente nos seguiremos
despertando con noticias tan impactantes.
Para finalizar, solo quiero hacer desde aquí un llamamiento. Quizás
suene repetitivo, pero mientras sigan existiendo sucesos de malos tratos y
asesinatos, seguiré sumando mi voz a la de otras para gritar…
“¡¡¡NI UNA MENOS…
NI UNO MÁS !!!..."
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